En la industria de los eventos, todos coinciden que, si bien es cierto, los eventos virtuales o los eventos híbridos, jamás remplazarán la experiencia de los eventos presenciales, llegaron para quedarse.
Entre sus ventajas más significativas, destacamos dos. En primer lugar su costo que es sustancialmente más bajo que un evento presencial y su alcance o cobertura, que pácticamente no tiene límites. Esto sumado a la posibilidad efectiva de segmentación y la obtención de métricas en tiempo real, hace de estos eventos, una competitiva alternativa en el marketing moderno.